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1:45 p.m. - 2005-01-02
El principio de la m�sica
La lista comenz�, todos escuchaban atentos las esperadas soluciones, respuestas que resolver�an todos sus problemas. Pasaron varios d�as y el dictado continuaba, hasta que lleg� el s�ptimo d�a y la enunciaci�n de listas termin�. Alegres todos regresaron a sus casas, porque las respuestas finalmente hab�an llegado a ellos. S�lo aquel hombre que se hab�a rehusado a asistir a un evento tan infame, buscaba en sus manos y en su mente cosas que no necesariamente eran soluciones o respuestas. La gente con las respuestas viv�a en sus ciudades con la vida resuelta. Aquel hombre muri� solo, en una habitaci�n que �l mismo construy�, a las afueras de la metr�poli. Las personas que primero encontraron su cuerpo, s�lo pudieron ver el esbozo de una sonrisa en su rostro... ...al final de su habitaci�n se entreve�a un tocadiscos viejo, que reproduc�a sonidos extra�os, melod�as que ninguno de los presentes hab�an escuchado o por lo menos o�do nombrar antes. Dejaron ah� el cuerpo, mientras sus pies marchaban sobre el barro, cargando sobre sus hombros el fon�grafo. Pablo G�mez Mart�nez [email protected] Universidad de Guadalajara Facultad de Letras Hisp�nicas, 7to. Semestre. Copyright, 2004.
Envi� este cuento a un concurso, pero lo mand� dos d�as despu�s del l�mite para recibir los cuentos... �Buen a�o a todos!
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