6:58 p.m. - 2009-09-28
Emparentando con Jung
Dice Jung que en el inconsciente cargamos con arquetipos del sexo opuesto. El �nima en el caso de los hombres. No me quiero meter en aspectos de la diversidad sexual porque entonces ya no sabr�a muy bien c�mo explicar esta teor�a. Bueno, digamos que dentro de nuestro incosciente cargamos con un arquetipo de la mujer presente en nuestras fantas�as.
Por un lado, las explicaciones sicol�gicas de la realidad siempre me han parecido meras gu�as, s�mbolos al igual que muchos otras teor�as de orientaci�n cient�fica. Bueno, quiero decir que la vida es y ser� siempre fresca y cuando un aparato cr�tico, un m�todo y en el peor de los casos un esquema la define, entonces ya no es vida sino verborrea paral�tica. Sin embargo, cuando las palabras nos se�alan una direcci�n que sentimos con nuestro ser mismo, entonces tenemos una orientaci�n no vana. Es la angustia de la letra, el hecho de que utilice el mismo medio para comunicar algo. Tengo al derecho al menos de estar de acuerdo con esto o de no estarlo. Incluso yo, cuando lo vuelva a leer.
Por eso llamar� a esto comentarios. Comentarios sobre una teor�a de Jung. Si acepto temporalmente lo que dice Jung, entonces me permitir� hacer las siguientes reflexiones:
Si en nuestros genes, existe tal cosa como un espacio para la memoria hist�rica donde podemos albergar arquetipos humanos, entonces cabr�a analizar hasta qu� punto podemos confiar en ellos mismos. �C�mo saberlo? A trav�s de la experiencia. Aunque por un lado nos situamos en un lado ambiguo.
Podr�amos creer que ya todo est� determinado en el momento mismo de nuestra concepci�n. Nuestro futuro status social, posici�n econ�mica, grado de moralidad, adquisici�n de cualidades, defectos, miedos y fobias por herencia. Pero yo creo que decidir por esto es conformarse con un reactivo en la hoja de respuestas. Admitamos que nacemos bajo un contexto muy claro y que ante cada circunstancia que nos presenta la vida, barajamos una m�nima cantidad de posibilidades. Una mente determinista, consciente o inconscientemente actuar� conforme a su natural forma de ser. Ha ensayado tanto su vida que ha optado por la respuesta que todos ven como l�gica. A�n as�, hay siempre un margen de reactivos por el cual decidirse. Y aqu� empieza lo m�s interesante. Quiz�s los reactivos no son tan poquitos.
La angustia nace quiz� ante las enormes posibilidades que tenemos todos los d�as. La angustia nace ante el sometimiento del ser a una m�scara que se proyecta por encima de las otras formas del ser. Quiz�s a veces no es angustia, a veces ser� comodidad y otras veces ser� una correcta forma de proceder. �Depende de la situaci�n no? Bueno, podr�a hacer ahora mismo toda una teor�a que seguramente alguien ya explic� anteriormente y mucho mejor que yo. Lo que quiero es contextualizar lo que estoy a punto de decir. Definitivamente no podr� resolver ning�n hilo negro despu�s de haber escrito este post, pero s� me sentir� mejor respecto a algo.
La verdad es que yo nada m�s estaba pensando en que si lo que queda de las mujeres que he amado en m�, podr� mezclarse en una sola sustancia llamada mujer real que combate eternamente con la mujer ideal, la que estaba antes que ellas. Pero a�n m�s, �c�mo saber si esa mujer ideal no es en realidad una creaci�n a partir de las mujeres que conoc� desde mi nacimiento hasta mi adolescencia y/o juventud? Porque en ese caso, esa mujer ideal estar�a tambi�n conformada por las mujeres reales que he amado. O de las que he tenido contacto profundo, quiz�s no en un sentido rom�ntico. �Pero hasta que punto lo ideal es real? Plat�n dice que lo ideal no existe sin lo real, pero existe ante. No s�, pero en definitiva y de forma categ�rica puedo afirmar, que lo que m�s me gusta cuando amo es que doy todo. Y que de dar todo se aprende para cada vez dar mejor. Tampoco puedo decir que esto se pueda repetir muchas veces en la vida porque amar de esta manera tambi�n duele, pero mientras se ama la vida, tambi�n se aprende a vivir mejor. �C�mo hacer que un ser de carne y hueso empate con un ideal? No somos hijos de dioses, somos humanos. Y eso mis amigos, me hace compasivo y al mismo tiempo responsable. O me hizo. Arrieros somos y en camino andamos. Me hace querer ser mejor persona. Hay ideas que en el transcurso de los a�os he desechado, otras que he aprendido y algunas cuantas han perdurado, madurado o me han hecho llorar.
Lo que creo pues, es que esta mujer que quiero, que amo, que espero, sepa tambi�n saber amar.
