10:18 p.m. - 2006-05-07
Hide and seek
Don't hide the pleasures you've found in your rolling around.
Architecture in Helsinki
�C�mo se llaman las personas que se esconden profesionalmente? Bueno, tal vez no como un trabajo, pero que tienen tanta experiencia huyendo a trav�s de su vida, ocult�ndose, cubri�ndose de no s� cu�ntas hostilidades imaginarinarias o reales que su andar se ve tan cauto ante los sabuesos invisibles.
Veamos. Un fugitivo o pr�fugo tiene pretextos claramente evidentes para escabullirse de algo o alguien, generalmente la justicia o todo lo contrario, un sistema represor intransigente. Cruza la frontera o no sale de casa. En los dos casos, no puede sobrevivir por �l mismo.
No, yo no hablo de estos sujetos. Yo quiero ensayar sobre los evasores preventivos. Los que se aferran a la inconciencia y sus mapas preestablecidos sensorialmente. Es verdad que todo ser humano est� constituido ps�quicamente por esta serie de factores casi casi conductistas asociados inconcientemente. Creemos comprender lo que ya conocemos. Y es por esto que algunos toman tales decisiones "previsoras", incluso, lo que es considerado como una "reacci�n natural".
Hay n�cleos org�nicos que por su esencia contextual o absoluta, contienen una carga sustantiva pasiva, a la cual es necesario ir a encontrar, como el agua en el desierto o una perla en el fondo del mar. El ser humano decide pertenecer algunas veces al lado activo y otras tantas al pasivo, la neutralidad es verdaderamente rara. Tomar por verdad a la apariencia puede ser un acto peligroso que crea sujetos como a los que ahora me refiero, por ejemplo.
Muchas veces el que huye o el evasor no sabe lo que busca. Al contrario del fugitivo, que escapa de una circunstancia que resquebraja un contexto m�s o menos sereno de su vida inmediata. El evasor al contrario, aletarga las peripecias que el porvenir supuestamente le tiene; el evasor se piensa or�culo de su propio destino. Reh�ye de toda salvaci�n posible al negar al otro, al diferente, al extra�o, al que no cuadra en la iconograf�a de personajes de su mundo.
As�, el evasor se impide as� mismo unirse al juego del azar, con tr�mula sorna alguna veces lo ha intentado pero el momento del azar no llega bajo nuestro mando, ya dec�an los chinos "El momento elegido por el azar vale siempre m�s que el momento elegido por nosotros mismos."
El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo.
Alain
