10:31 p.m. - 2006-08-07
Tan c�lida
Desbaratar las moruzas mientras el viento sopla. Una lluvia rodea y canaliza nuestro fluir. Los moldes que abarca nuestra ignorancia se colorean de luz intermitente. El faro desborda el ancla perdida de nuestra inconciencia.
Tan c�lido es el presente, paseo imposible lleno de extra�os verbos pret�ritos. Llegar� el momento en que nuestras lecturas se contaminen, alabanzas al se�or. Consideremos nuestros prejuicios, todos s�, como esfinges del recuerdo, como lunas llenas que activan el pasado: una estatua pronta al vac�o, mar que trovamos; nexo tras nexo, coma tras punto.
Ondula el cuerpo contagiado de mar. Cae el hombre na�frago. Busca el faro. Tibia el agua la vertiente que har� estrellar los barcos llenos de estalactitas. Se llenan los moldes y la ignorancia se desvanece. Por un instante alcanzamos una isla:
Ha sido un a�o este 2006 tan lleno de actividades curriculares y extracurriculares que siento que debo definir ya muchas posturas. Leer alg�n manual del buen conversador porque no puedo ignorar el eco del orador que de acuerdo a mi trabajo, debo ser. En Capilla de Guadalupe hay dos esquinas c�ntricas donde se congregan las golondrinas que viajan hacia el sur o quiz� de vuelta al norte. Por las noches hay lluvias de residuos tropicales. He descubierto mi cansancio. Y es simplemente absurdo. Todo es tan mental, tan abstracto. En fin, ha pasado a la historia, espero. Tengo un trabajo encargado, yo creo que estudiar cine en el futuro puede dejarme frutos....
Y al dejar la isla, un torrente de ca�da nos impulsa a luz que alumbra el faro, justo arriba de nosotros, hemos llegado a nuestro destino, lleno de memoria.
