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10:17 p.m. - 2006-10-10 Así, a veces mi nombre puede ser un anagrama, cuando los días monótonos, aburridos o en cuarentena, pliegan el calendario con tinta gris. Un Pablo puede ser: poblo, hablo, palo, bola, ola, ba... Quizá antes, mis ideas del amor eran más nutridas de imaginación y mariposas en la panza, estupor catatónico del que sólo piensa. Me sentía tonto, sin respuesta, quizá apurado por mi civilización y sus costumbres tempranas. Pero hay recompensa para el que sabe esperar. Llevamos la teoría a la práctica en los periodos maduros. A veces, ensayamos las palabras frente a un espejo, hermoso soliloquio vagante. Dar un beso es pronunciar todas las vocales. Â Â ![]() |