12:55 p.m. - 2006-12-02
Como si al abrir la boca
Reunidas todas las emociones quieren
ser terapeutas de finales vueltos,
pero la vocaci�n al no ser sincera
cuatrapea los cabellos, deshace camas,
llora la virtud berrinches como
enferma de nostalgia.
Exageran c�micos que montan una
tragedia,
olvidan las l�neas y se carcajean
cuando el padre saca el ojeroso tono fruncido.
�Mala flor de-funci�n! Viene el doctor
a lidiar con los falsos curadores...
Sin tomar signos vitales de esos que
ocultados a la auscultaci�n,
sonajean cal y madera que circulan
sangre y c�lulas y latidos del coraz�n;
estornuda el doctor
cerebros, piezas
manos, heladas
espadas.
No hay tal enfermedad tantas veces,
no hay tantos sobres para cartas,
con un pliego de prescripciones asaltan
y vuelven a saltar las tercas emociones
uno o dos
recuerdos de pechos congestionados
que viran la espalda ofreciendo
emociones locas de personalidad
latente de correr
so�ando en canciones
revueltas, usurpando los
confines de una rabia
que cree poder
enmendar su dolencia
y afecci�n por
las lunas
vistas
junto
a ti.
