1:04 a.m. - 2003-10-31
Acabo de ver La �ltima tentaci�n de Cristo (y encontr� esto en internet)
El Jes�s Hist�rico
Por MARIO U. TAPANES
El reciente descubrimiento de un osario que data del a�o 63 DC con la inscripci�n "Santiago hijo de Jos� hermano de Jes�s", ha puesto de actualidad el tema del llamado Jes�s hist�rico. Con esta expresi�n los autores, prescindiendo de la fe religiosa y aplicando m�todos objetivos de investigaci�n hist�rica modernos, quieren conocer la vida de este personaje desde cuyo nacimiento se cuentan los a�os.
Como la fuente principal del Jes�s hist�rico son los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, la primera pregunta que surge es: "�Existen pruebas , que no sean las de la Biblia, de que en el Siglo Primero existi� el jud�o Jes�s?" La mayor�a de los investigadores del tema han respondido afirmativamente apoy�ndose en dos historiadores de aquel Siglo: uno jud�o, Josefo, y el otro romano,T�cito.
La m�s importante informaci�n independiente proviene del jud�o acomodaticio, colaborador romano e historiador Jos� Ben Mat�as, conocido como Josefo. Vivi� aproximadamente unos 60 a�os (del 37 al 100). Fue protegido de los emperadores romanos Flavios, Vespaciano y sus hijos Tito y Domiciano.
Por eso adopt� el nombre de Flavio Josefo por el que tambi�n se le conoce. Escribi� dos grandes obras "La Guerra Jud�a" en el a�o 70 y "Antig�edades Judaicas", escrita del 93 al 94, las cuales contienen pasajes donde se menciona a Jes�s.
En "Antig�edades Jud�as", Josefo narra c�mo el Sumo Sacerdote Anano el Joven, aprovechando que tras la muerte del Procurador Romano Facio, su sucesor Albino en el a�o 62 todav�a no hab�a llegado a Palestina, decidi� deshacerse de algunos de sus enemigos y "convoc� una reuni�n del Sanedr�n y llev� ante �l al hermano de Jes�s, que es llamado Mes�as, de nombre Santiago. Los acus� de haber transgredido la ley y los entreg� para que fuesen apedreados". Estos hechos los narra Josefo para indicar que Anano fue destitu�do porque hab�a ordenado la ejecuci�n ilegalmene sin el consentimiento del Procurador Romano.
El nombre de Jes�s se deriva del hebreo "Yesh�a" que es una forma abreviada del nombre "Yehosh�a" o sea "Josu�" quien seg�n la Biblia fue el l�der del pueblo de Israel despu�s de morir Mois�s. A su vez, el nombre "Yehosh�a" significaba "Yahv� (Dios) ayuda o salva". Siendo Jes�s un nombre com�nmente usado por los jud�os, es muy probable que el historiador Josefo al referirse a Santiago decidiera identificarlo mejor a�adiendo que era hermano del Jes�s llamado Mes�as.
La inscripci�n del osario reci�n descubierto que data del a�o 63, parece que alude al mismo Santiago que muri� apedreado el a�o anterior, pues entonces era costumbre de los jud�os-cristianos transferir las osamentas al cabo de un tiempo a esas peque�as cajas de piedra de aproximadamente unos 2 pies de largo tallando una inscripci�n que identificara los restos.
Como en otros muchos osarios del Siglo Primero que han sido encontrados, la inscripci�n est� en arameo que era el idioma hablado mayormente en aquella �poca en Palestina. Lo m�s relevante es que al igual que lo hace Josefo, la inscripci�n identifica a Santiago como hermano de Jes�s, lo que indica que este hermano tiene que haber sido un Jes�s bien conocido por aquella comunidad jud�a, donde no era usual inscribir el nombre de un hermano en el osario.
Debe recordarse que la Biblia tambi�n nombra cuatro hermanos de Jes�s: Santiago, Jos�, Judas y Sim�n, y habla de sus hermanas, aunque no dice sus nombres. Hay autores que consideran que despu�s del nacimiento de Jes�s, sus padres Jos� y Mar�a tuvieron otros hijos y que realmente los nombrados eran sus hermanos carnales. Pero la doctrina cat�lica sostiene la virginidad de Mar�a, alegando como argumento m�s importante que la palabra hebrea "ah" y su equivalente en arameo "aha" se usaban para expresar no s�lo hermano carnal, sino tambi�n para otras relaciones de parentesco como sobrino, primo u otro pariente pr�ximo. Otra versi�n supone que son hijos de Jos� nacidos de un anterior matrimonio.
La Otra Versi�n
La segunda informaci�n independiente sobre Jes�s, proviene del historiador romano T�cito quien vivi� del a�o 52 al 118 habiendo dejado una �ltima obra titulada "Anales", en la que contaba la historia de Roma desde de los siglos 14 al 68. Aunque no todos los vol�menes se han conservado, en uno de ellos T�cito describe c�mo Ner�n culp� a los cristianos del incendio de Roma, ya que el rumor p�blico se lo achacaba al mismo emperador: "Para acallar el rumor, Ner�n cre� chivos expiatorios y someti� a torturas m�s refinadas a aquellos que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus abominables cr�menes. Su nombre proviene de Cristo, quien bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato. Sofocada moment�neamente, la nociva superstici�n se extendi� de nuevo no s�lo en Judea, la tierra que origin� este mal, sino tambi�n en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervorosamente pr�cticas horrendas y vergonzozas de todas clases y de todas partes del mundo".
La importancia del reci�n descubierto osario es que habiendo sido comprobada su autenticidad por los expertos como constru�do en el a�o 63, la inscripci�n all� gravada, constituye hasta ahora, el testimonio independiente m�s antiguo en el que aparece el nombre de Jes�s. Y se puede llegar a la conclusi�n de que probablemente dicha inscripci�n se refiere al mismo Cristo de que habla T�cito, y el llamado Mec�as por Josefo, los dos historiadores que constitu�an las fuentes independientes hist�ricas primitivas sobre la existencia del jud�o Jes�s.
� CONTACTO Magazine
Publicado en CONTACTO Magazine el 15 de noviembre de 2002
