Get your own
 diary at DiaryLand.com! contact me older entries

2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014

10:57 p.m. - 2004-03-30
Naufragio de Pedro Serrano en el Caribe
La isla Serrana que est� en el viaje de Cartagena a La Habana se llam� as� por el espa�ol, llamado Pedro Serrano, cuyo nav�o se perdi� cerca de ella y �l s�lo escap� nadando, que era grand�simo nadador, y lleg� a aquella isla, que es despoblada, inhabitable, sin agua ni le�a, ni a�n yerba que poder pacer, ni otra cosa alguna con que entretener la vida. As� pas� la primera noche, llorando su desventura. Luego que amaneci� volvi� a pasear la isla, que es despoblada, hall� alg�n marisco que sal�a de la mar, como son cangrejos, camarones y otras sabandijas, de las cuales cogi� las que pudo y se las comi� crudas, porque no hab�a candela donde asarlas o cocerlas. As� se entretuvo hasta que vio salir tortugas; vi�ndolas lejos de la mar, arremeti� con una de ellas y la volvi� de espaldas; lo mismo hizo de todas las que pudo, que para volverse a enderezar son torpes; y sacando un cuchillo que de ordinario sol�a traer en la cinta, la degoll� y bebi� la sangre en lugar de agua. Lo mismo hizo de las dem�s; la carne puso al sol para comerla hecha tasajos, y para desembarazar las conchas para coger agua en ellas de la llovediza, porque toda aquella regi�n, como es notorio, es muy lluviosa.

Vi�ndose Pedro Serrano con bastante recaudo para comer y beber, le pareci� que si pudiese sacar fuego para siquiera asar la comida y hacer ahumadas cuando viese pasar alg�n nav�o, que no le faltar�a nada. Con esta imaginaci�n dio en buscar un par de guijarros que le sirviesen de pedernal, porque del cuchillo pensaba hacer eslab�n, para lo cual no hall�ndolos en la isla, porque toda ella estaba cubierta de arena muerta, entraba en la mar nadando y se zambull�a. Y tanto porfi� en su trabajo que hall� guijarros y sac� los que pudo; y viendo que sacaba fuego, hizo hilas de un pedazo de la camisa, muy desmenuzadas, que le sirvieron de yesca. Y para que los aguaceros no se lo apagasen hizo una choza de las mayores conchas que ten�a de las tortugas que hab�a muerto, y con grand�sima vigilancia cebaba el fuego porque no se le fuese de las manos.

Dentro de dos meses, y a�n antes, se vio como naci�, porque con las muchas aguas, calor y humedad de la regi�n se le pudri� la poca ropa que ten�a. El sol con su gran calor le fatigaba mucho, porque ni ten�a ropa con que defenderse y hab�a sombra a que ponerse. Cuando se ve�a muy fatigado se entraba en el agua para cubrirse con ella. Con este cuidado vivi� tres a�os, y en este tiempo vio pasar algunos nav�os; mas aunque hac�a �l su ahumada, que en el mar es se�al de gente perdida, los barcos no la ve�an, y se pasaban de largo, de lo cual Pedro Serrano quedaba tan desconsolado que tomara por partido morirse y acabar ya.

Al cabo de los tres a�os, una tarde, sin pensarlo, vio Pedro Serrano un hombre en su isla, que la noche antes se hab�a perdido en los baj�os de ella y se hab�a sustentado en una tabla del nav�o. Cuando se vieron ambos, no se puede certificar cu�l qued� m�s asombrado de cu�l. Serrano imagin� que era el demonio que ven�a en figura de hombre para tentarle en alguna desesperaci�n. El hu�sped entendi� que Serrano era el demonio en su propia figura, seg�n lo vio cubierto de cabellera, barbas y pelaje. Cada uno huy� del otro, y Pedro Serrano fue diciendo: �Jes�s, l�brame del demonio! Oyendo esto, se asegur� el otro, y volviendo a �l le dijo: "No huy�is, hermano, de m�, que soy cristiano como vos"; y para que se certificase, dijo a voces el Credo.

Durante otros cuatro a�os vieron pasar algunos nav�os y hac�an sus ahumadas, mas no les aprovechaba, por lo cual ellos se quedaban tan desconsolados, que no les faltaba sin morir. Al cabo de este largo tiempo acert� a pasar un nav�o tan cerca de ellos que vio la ahumada y les ech� el batel para recogerlos. As� los llevaron al nav�o donde admiraron a cuantos los vieron y oyeron sus trabajos pasados. El compa�ero muri� en la mar viniendo a Espa�a. Pedro Serrano lleg� ac� y pas� a Alemania, donde el emperador estaba entonces; llev� su pelaje como lo tra�a para que fuese prueba de su naufragio y de lo que en �l hab�a pasado. Algunos se�ores le dieron ayuda de costas para el camino y la majestad imperial, habi�ndole visto y o�do, le hizo merced de cuatro mil pesos de renta. Yendo a gozarlos muri� en Panam�, que no lleg� a verlos.

Comentarios reales. Garcilaso de la Vega "el Inca" (1539-1616)

 

 

previous - next

about me - read my profile! read other Diar
yLand diaries! recommend my diary to a friend! Get
 your own fun + free diary at DiaryLand.com!