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12:23 a.m. - 2006-01-24 Ya van unas cuantas ocasiones que los compas de letras nos reunimos para diversas actividades con fin común el recreo social. La semana pasada fuimos al zoológico (no de regreso) de visita. Cristina ha vuelto de Brasil preparando platillos nuevos y escuchando música en otro idioma, por supuesto. También han sido días de cumpleaños para familiares y amigos. O simplemente días para reunirse, salir a hacer ejercicio, coger la gripa o leer unos cuantos libros. Ahora estoy leyendo un libro de Marshall Mcluhan en el cual explica cómo los medios son extensiones de nuestros sentidos u órganos vitales. El medio es el mensaje. También he comenzado a leer la kilométrica y suculenta novela de don Alejandro Dumas El conde de Montecristo a raíz de que vi la película Oldboy (donde Verito me dejo plantado... pero no pasa nada, como me gustó la película está perdonada...) si duda, esta novela será todo un agasajo. Gracias a la lectura de Mcluhan y al sermón del domingo pasado, surgió en mi cabeza hacer un cuento con el título de Nínive ciudad que aparece en el Libro de Jonás y que seguramente la enrolaré con un concepto marcado constantemente en Mcluhan: somos lo que vemos. Ya aparecerá por aquí. Y ahora un intendo de chiste: - Doctor, doctor, ¡que me quemé! ¿Cuándo terminará...? Â Â ![]() |