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9:38 p.m. - 2004-01-01
¿Pero cómo puede ser otro día cualquiera?
Londres, Sidney, Río de Janeiro, Nueva York, Paris, Moscú, Berlín, Atenas... Millones de personas en las calles abrazadas, festejando. Millones de católicos en los templos confesándose, rezando, reflexionando. La gente se comporta más amable. Desconocidos se abrazan (palomas blancas vuelan) y se desean (nos deseamos) la paz y la felicidad mutua. Palabras sabias de un comentarista deportivo o una cosmo conductora. Arrepentimiento, deseos de bien, incluso actos de bien y bondad estos días. La velocidad del tiempo es nuevamente contada segundo por segundo, se disfruta nuevamente el último instante para dar paso al inicial, al que empieza el cíclo otra vez. 10 años de dignidad en regiones que desean nombre en el sur de México. Paz, justicia, libertad. Paz, justicia, libertad. Paz, justicia, libertad... Conmemoremos cada día como el año conmemora la memoria moral humana. ¿Como puede ser otro día cualquiera? Es que se debe de recordar, ojalá fuera más seguido...
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