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1:59 p.m. - 2007-03-23 Literalmente M�nades puede traducirse por "las que desvar�an". Se las conoc�a como mujeres en estado salvaje y de vida insana con las que era imposible razonar. Se dec�a de ellas que vagaban en bandas rebeldes o Thiasoi por las laderas de las monta�as. Los misterios de Dionisios, el dios del vino, el misterio y la intoxicaci�n, les llevaban a un frenes� ext�sico. Se permit�an dosis importantes de violencia, derramamiento de sangre, sexo y auto-intoxicaci�n y mutilaci�n. Se las representa pict�ricamente a menudo ataviadas con coronas de hojas de vid, vestidas con pieles de cervatillo, llevando el Thirsus, (del griego Thyrsoi), una varita con una pi�a en la punta y adornada con hiedra u hojas de vid, y danzando con el abandono salvaje a la naturaleza primaria. Se supone tambi�n que llegaban a practicar en su �xtasis el sparagmos, o desgarro de sus v�ctimas en trozos tras lo que inger�an su carne cruda (homofagia). En el relato m�tico de la muerte Orfeo, las M�nades despedazan a Orfeo por rechazar �ste el culto a Dionisios en favor del culto a Apolo, identificado con el sol. Seg�n otras fuentes lo hacen afrentadas por su misoginia, sustituida por homosexualidad. De una forma similar, en Las Bacantes de Eur�pides, �stas, descuartizan al rey tebano Penteo por prohibir �ste el culto a Baco, primo suyo, por cierto, y negar su divinidad. Varios autores, (entre ellos Nietzsche, en El nacimiento de la tragedia, y Julio Cort�zar, en Las M�nades), ven en el mito de la muerte de Orfeo la confrontaci�n permanente existente entre los principios apol�neo y dionis�aco, entre la serenidad y la org�a, entre la racionalidad y el abandono a los instintos, siendo Orfeo, el inventor de la lira, la medicina y otras artes, el que provoca su propia destrucci�n a manos de las fuerzas de la naturaleza por �l desatadas. De Wikipedia, la enciclopedia libre
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