12:49 a.m. - 2009-11-08
Lo que no se es en otra parte m�s que en la metaf�sica de la virtualidad...
No voy a dormir hasta terminar de leer Rayuela. Es que no puedo aguantarme las ganas ni puedo dejar pasar un d�a m�s sin saber qu� le depara a Horacio Oliveira. Su nostalgia por la Maga es tan cercana, tan atemporal y af�n... al igual que el juego y las reglas de jugar.
No quer�a dejar pasar m�s d�as sin pasar por aqu�, aunque me huele a que ya no pasar� tan seguido. Hace unas semanas le escrib� un email a Carmen. La verdad no s� muy bien por qu�, posiblemente porque realmente a quien quer�a escribirle era a Colette. Pero no hay raz�n para escribirle, quiero decir, que no hay m�s que las ganas. Adem�s, no se puede sustituir el deseo de una cosa con otra cosa externa. Como los padres que castigan a sus hijos con castigos sin relaci�n alguna con la acci�n a corregir. En este sentido me pienso que la poes�a o el arte est�n ligados con la realidad, uno escribe sobre algo que ya no es lo que era, ni est� necesariamente ligado al objeto en s�.
La virtualidad de venir a contar cosas.
