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8:43 p.m. - 2007-02-09 Me gustar�a hablar sobre la literatura de ciertos autores y como su compromiso con el arte coexist�a al mismo tiempo con su compromiso como ciudadanos, o como personas que manifiestan inconformidad ante situaciones diversas de injusticia. No obstante, su literatura no se convierte en panfletaria, aunque de alg�n u otro modo, denota rasgos que trascienden la simple denuncia, quieren ir m�s all� que eso. Ser�a un error quitar de la portada de un libro el nombre del autor y considerar que �ste podr�a ser cualquier persona de la sociedad. Escuch� muchas veces en la facultad, que para el an�lisis del texto, debemos deshacernos de la vida del autor, enfocarnos exclusivamente en el texto, o por lo menos tomar su biograf�a como algo secundario, que no influye con premeditaci�n al texto. Aunque tal cosa no nace aislada, el autor forma parte de una sociedad particular. Esto es lo m�s b�sico, aunque debo irme. S�lo quiero manifestar p�blicamente mi amplio frente de consideraciones acad�micas. Pr�ximamente m�s. Por favor no considerar el diario como la soluci�n de un escritor para su catarsis (escritor-lector), pero s� como un medio que oscila entre la frialdad y la calidez de quien lo produce.
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