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11:48 p.m. - 2004-02-10 Nosotros. Deconstruir un diario hoy en d�a consiste en decirle a todas las personas que conoces, todas toditas, precisamente que tienes un diario en internet y que est�n obligados a leerlo. Si antes se trataba de que s�lo t� escribieras para ti, hoy es pues que escribas desde ti para los dem�s. Que vuelen las m�scaras del instinto temeroso de preservaci�n. Es una forma de deconstruir. Pros y contras. Contras. Intimidad. Pero no tanto. No valdr�a que las personas que te conocen sepan esas cosas que tambi�n piensas en ese espacio llamado cerebro. Porque uno intuye cuando las pl�ticas son muy superficiales y someras. Cuando se habla protocolariamente, como si ese acto se hubiera transformado en mero tr�mite social. Por eso el humor, para permitir la apertura de la condici�n personal del otro, "que se sienta en confianza". Y as� surgen las amistades. La escritura en-l�nea nos separa m�s. No es lo mismo pedirle matrimonio a alguien por carta o declararle amor a una persona cara a cara que por celular. No es lo mismo escribir y ser le�do por personas que s�lo ven im�genes tuyas que escribir y ser le�do por: Anagelli, �lvaro, Armin, Lenin, Talia, Gustavo, o cualquier otr@ amig@ que sabe mi direcci�n. Pero s� me leen m�s es un plus, pero no provoca el mismo efecto. �Cu�l es el efecto que queremos crear con nuestros diarios? Hacer aproximaciones y comparaciones con nuestro lenguaje. Que necesariamente se debe hacer tambi�n en la vida off-line si no, no tiene caso. Por eso siento que a veces personas abandonan esto, porque no funcion� (o porque no tienen tiempo, o encontraron un mejor m�todo de romper el hielo). S�, el .01% del que habla Lenin est� en nuestra imaginaci�n y en c�mo nosotros decidimos transformar el sentido de las palabras (entre otros). Pros. Ya no hay tiempo para ellos.
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