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12:37 p.m. - 2007-06-26 Insisto. Tan poquita es, que a�oro, invoco, procedo a sorber sabores seg�n la intensidad del d�a. Tras soleadas sombras, el hambre da vueltas a la p�gina como quien al terminar un libro no ha probado el hojaldre del final. Podr�a ser. Podrias ser. Una exquisita tejedora de �nforas sangu�neas. Pero no nos basta, s�lo podr�as ser. �Qu� no nos digan que la imaginaci�n es extraordinaria, si acostumbrada es de lo que no cumple! S�lo si cumpliera su cometido, alentar�a de s�bito a la realidad encantada. Mas, estas dos nunca trabajan por partes iguales. La una sosiega a la otra ante el primer suplicio de empalme. Ordinaria es ya la imaginaci�n que te mira. Manera alguna no existe para estirar las sorpresas al verte, revisitada por mis anteojos eres. Te observan como la mujer que sostiene a una ni�a, aguarda esa mujer con sus rid�culos gestos las sonrisas matutinas de la ni�a. Al mismo tiempo la cinta corre. En sepia haces el recorrido, filantr�pica y aparente es tu naturaleza. Acercamiento a tu rostro. Comunicas virtud y belleza. Travelling que te acompa�a hasta una puerta de bienvenida certeza. No hay alegr�a m�s grande, Extraordinara versi�n sin embargo, pareces desde la ausencia, cada vez que la nada coger se deja.
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