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7:35 p.m. - 2007-08-03 Si tu cuello no girara, Con la furtiva tarea de mil v�rgenes, que se replegan y amalgaman a tu alrededor. Tal vez, ser�n mis ideas solamente y no un verano el que me ofreces como fresas salvajes. Insistes al mirarme. Quisiera tener algo m�s que mis estrofas del silencio, acaso los p�rpados tengan su propio lenguaje que los cables no traducen. �Las pesta�as, las cejas y las gafas tambi�n presienten los volcanes entre cada sem�foro? �Sabr�n ellos distinguir la angustia de una sonrojada vista entre asientos? De pensar que cada cuerpo no es m�s que una distracci�n para las almas, me invado de materia y deseo las fuentes que conspiran por lo que nuestras lenguas llaman cabellos. Qu� afan por verte desconocida en el autob�s de las siete. Qu� in�til adivinar tu nombre, lleno de varios dulces y aureolas musicales a tus o�dos. Finges dormir para que el vientre que separa mis ojos, se hinche al atravesar las ventanas. Hay una nota musical no descubierta a�n, profec�a de panderos al vislumbrar eso que me dices cuando aislas tu frente hacia los coches que nos rebasan. Y todav�a cuando suena el timbre de tu huida, de tu no me busques entrevistas �ntimas, giras toda la historia de los que aprendieron a volar sin saberse aves a trav�s de ti. En dos breves parpadeos, suculenta, conversas con las m�s grabadas escrituras que llevo sobre mi postal que vol� por otros aires y que habr� de regresar cuando desciendas.
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