11:47 a.m. - 2007-04-08
Se solicita equidad, ambos sexos
por Augusto Chac�n
El viernes anterior, en la secci�n Correo, el lector Pablo G�mez Mart�nez toc� el tema de la equidad de g�nero en la distribuci�n de espacio entre articulistas y columnistas del peri�dico.
8-Abril-07
Entre los opinadores de P�blico, se�al� el lector Pablo, �menos de diez por ciento son mujeres�, al menos as� fue durante la semana en la que �l revis� el diario. Termina su carta diciendo: �La equidad en un espacio informativo es fundamental para el desarrollo saludable de una democracia participativa y a�n m�s para un medio de comunicaci�n que procura ser una ?publicaci�n libre, liberal, cr�tica, dura y ligera a la vez�, como dijo Ciro G�mez Leyva en su columna del jueves 5 de abril.�
Sin duda la consideraci�n del lector no es despreciable, pone en vilo muchas cosas: c�mo es que la opini�n de los hombres sigue siendo m�s numerosa; c�mo es que concebimos a la sociedad si s�lo los hombres, mayoritariamente, aparecen como los que tienen algo que decir. Pero adem�s, el conteo hecho por Pablo G�mez Mart�nez, unido al tema del aborto que ha estado las �ltimas semanas agotando la tinta de de tantos escribientes, nos hace caer en cuenta de c�mo se van conformando ciertas tendencias de la opini�n p�blica y c�mo es que se concibe un espacio de opini�n personal en un medio de comunicaci�n: a pesar de que P�blico ha estado abierto a todas las opiniones, queda la sensaci�n de que falta algo en el modo de enfrentar el asunto, queda la impresi�n de que alguien no ha dicho su palabra al respecto, un decir femenino que no se resolver� mediante cuotas de g�nero.
Y los anterior, me parece, tiene que ver con dos cosas: una es cierta incomodidad que queda luego de que algo tan escabroso y polarizante como el aborto es tratado por los mismos como si la tortilla, la obra p�blica o la presentaci�n de un libro, cada uno habla desde su enfoque, claro, pero de una manera tal que dejan el sabor de que lo importante es comentar el tema que �est� centralmente en los medios�, nada m�s; y la otra es que quiz� esa voz de un alguien que hoy es un vac�o, nos est� diciendo mucho desde el silencio, s�lo que no queremos o�rlo: la despenalizaci�n del aborto es tan delicada que debemos respetar ese no decir nada que flota en el ambiente de la opini�n p�blica tradicional, esa que vac�a llenando; quiz�, llegados a este punto, callar sea lo �nico que abarque a todas las mujeres, y de una en una. Que la ley se haga atendiendo al estado general de la salud p�blica, no como una bandera para armar ej�rcitos� de hombres. Por supuesto, es f�cil decirlo, ponerlo en pr�ctica es arduo: �se imaginan a los asamble�stas del Distrito Federal pasando una modificaci�n a la ley que tiene que ver con el aborto en medio del respetuoso silencio de los opinadores? Imposible. Tal vez ser�a m�s sencillo apelar a que cada uno dijera: no es mi tema, no s�, o no es mi voz la que est� para tomar postura p�blica en este asunto.
Suponiendo que por obra de artes m�gicas pudi�ramos dejar hoy, en P�blico, la equidad de g�nero en un balance ideal: cincuenta por ciento m�s una para las mujeres (ellas son m�s en el mundo), y la otra mitad, menos uno, para los hombres, �el peri�dico se percibir�a diferente? No mucho. Porque al final, columnistas y articulistas tienen un papel muy claro: dar su postura personal, ninguno de los que actualmente firman puede hablar a nombre mas que de s� mismos, no pueden afirmar que hablan por el peri�dico, tampoco son la voz de los hombres, o la de las mujeres. Es s�lo el dicho de uno o una que los dem�s consideramos, si queremos, y hacemos nuestro, si queremos. As�, puestos en el balance ideal entre columnistas y articulistas, �si no vi�ramos las firmas, podr�amos identificar la pluma de una mujer de la de un hombre?
Sin embargo, no s�lo por la cantidad de espacio de opini�n podemos medir el tema equidad de g�nero, entendida como el n�mero de posiciones que llenan los hombres contra las que ocupan las mujeres. El directorio que todos los d�as podemos leer en el centro de la secci�n Acentos, el que corresponde a P�blico-Milenio, tiene 22 lugares, de Presidente a Producci�n, seis de ellos pertenecen a mujeres, una de ellas a nivel de direcci�n; es decir: un poco m�s de una cuarta parte.
Pero, del otro lado de �nicamente contar posiciones est� el meollo del asunto: �el medio privilegia una visi�n masculina de la sociedad? Si contamos a las reporteras y a los reporteros que cubren desde Guadalajara �sin incluir a La Afici�n�, ellas ganan casi en proporci�n de dos a uno. Pero adem�s, contrario a lo que sucede con los art�culos y las columnas, me atrevo a decir que en cada entrevista, cr�nica, reportaje y nota es m�s f�cil diferenciar la voz de los hombres de la de las mujeres, por lo que el tono general del peri�dico es de espectro amplio, ni siquiera en pol�tica podr�amos afirmar que se impone una visi�n estrictamente varonil; sin duda la escritura de las mujeres periodistas de P�blico le da un color especial a las p�ginas del peri�dico, aun a la pol�tica local.
Si la escritura period�stica deja evidentes huellas femeninas o masculinas, es complejo de medir, en todo caso tendr�amos que evaluarlo desde cambios notorios en la sociedad, aunque muy dif�ciles de conseguir: igualdad de trato, de ingresos, de prestaciones, de espacio, etc., por lo que postular equidad de g�nero es una se�al que apunta al camino correcto e implica un compromiso del peri�dico con cierta noci�n de justicia: en tanto el mundo siga siendo inequitativo con las mujeres, perd�n: mientras sigamos tratando de manera diferenciada, a la baja, a las mujeres, es necesario actuar mediante el expediente de cuotas.
Por lo dem�s, una vez que las mujeres no sean discriminadas, el para�so espera en la calidad de los textos, en la �tica, en la cultura que cada periodista pone en juego a la hora de enfrentar la realidad que quiere narrar y transformar� y, cosas del espa�ol: calidad, �tica y cultura, son palabras en femenino.
Fuente: Peri�dico P�blico, Domingo 8 de abril de 2007.
