4:51 p.m. - 2003-05-28
Mi ensayo de Po�tica
Entre Dionisos y Apolo: una analog�a en la vida cotidiana
�Dios ha muerto. -Nietzsche.
Nietzsche ha muerto.-Dios.�
Tenemos la indefinici�n pero necesitamos el acto. El acto no es simplemente el hecho, sino el movimiento que nos lleva al acto. El cambio es el proceso que va de la potencia al acto. No somos estamos siendo. No hay seres completos sino en movimiento. Todo placer bueno implica conocimiento. Es en la obra, en el personaje, donde me revelo las pasiones. Viendo soy visto. Consideramos las mejores obras a las que nos revelan el fondo de nosotros mismos. El ensayo se escribe porque no s� y porque me gustar�a saber. La belleza es el s�mil de lo verdadero. Debemos tener m�s inter�s en la f�bula que en los versos mismos. La met�fora siempre habla en sentido impropio. Le hacemos sentido propio a la met�fora, hacemos puentes meton�micos para entender el mundo, la literatura. La belleza en la raz�n cambia por la belleza en la fe. Dios es perfecto porque es infinito. La confesi�n del pecado mismo nos perdona los pecados. Para los cristianos el silencio es una regla, obediencia, finalidad.
El que duda vive. La vida est� instalada en el tiempo y el tiempo es puro instante. En la memoria permanece lo esencial del ser humano. Estamos instalados en la conciencia de Dios, la voluntad de la memoria est� en la conciencia de Dios, gracias a �l estamos presentes. La palabra es objeto de desconfianza. La hermen�utica es para encontrar lo que est� oculto. Queremos creer para sacarnos del caos y existir por lo menos un instante. Mediante lo definido anhelamos lo indefinido. Hay ca�da o hay continuidad. Dios no saca del caos y nos muestra la verdad. Es mejor no conocer o desconocer con amor. Cuando nos pensamos en alg�n lugar, estamos habitando ah�. El asesino de Dios es el m�s repugnante de los hombres. Es un no a la vida, porque nos hace creer que lo mejor es la muerte. Inventamos los c�digos para besar nuestras cadenas. La voluntad correcta hace que las fuerzas activas afirmen. Afirmamos nuestra propia diferencia. Lo que viene despu�s es la negaci�n. Yo soy. El ser humano como obra de arte. Todo tiene que ser consciente para ser bueno. Deus ex machina. Creemos algo porque aquello ya est� en nosotros. �C�mo es posible que un l�rico sea artista?. El uno primordial tiene movimiento y es contradictorio, y lo contradictorio es perfecto. La m�sica es el �nico lenguaje que puede decirse a s� mismo. El origen de la tragedia. Buscar en mi mismo a los autores. Yo soy. La individuaci�n es la fuente de dolor. El arte es la esperanza de una unidad que nos restituya. El verdadero poeta genera im�genes en s�... la belleza en la tragedia se da cuando se presenta por parte, armoniosa, en segmentos.
Al ponernos una m�scara apol�nea y mirar en este collage ca�tico (hasta cierto punto), vemos que desde Arist�teles hasta Nietzsche, y hasta nuestros d�as, el hombre tiene la voluntad de afirmar su mundo, la voluntad correcta. La voluntad incorrecta no consiste en dominar o gobernar sino en hacer inteligible todo lo existente y despu�s seguir las normas.
El saber en nuestros d�as, es cuesti�n de la experiencia, de los sentimientos y generalmente se piensa que sabe el que posee. La tragedia es de los altos estratos. La comedia transcurre en el que carece del poder. Es sabio aquel que es dentro de la comodidad de la matrix (en t�rminos postmodernos). El que encuentra la verdad, sea cual fuere o si es que existe alguna, entra en un proceso dial�ctico entre la afirmaci�n o la negaci�n.
El cristianismo pospone la afirmaci�n. Y aqu� es donde entra mi vida cotidiana. En varios niveles. En t�rminos de Nietzsche o Arist�teles, como ya vimos, el arte en t�rminos corporales se encuentra en el coito, en dejar de ser yo. El placer bueno implica conocimiento. Pero aqu� llega la moral. No me siento lo suficientemente fuerte para matar a Dios. La religi�n ha sido malinterpretada hasta cierto punto. La iglesia de Nietzsche de hace 150 a�os es diferente a la de ahora. Se dio el Concilio Vaticano II. Se record� que Dios pide misericordia no sacrificio, ser alegres no autoflageladores. Pero en estos momentos vienen a mi mente tambi�n otras opiniones de los hombres que afirman la creaci�n de Dios como figura humana. Pero llega de nueva cuenta otra contraposici�n que dice que no todo puede ser explicado por la raz�n. �Por qu� algo en vez de nada? (lo le� de una entrevista a H. S. Gadamer). El amor es una muestra de la existencia de Dios, en mi caso. Aunque desde ese punto de viste todo est� explicado y ser�a metonimia. Estar siendo en este mundo no es f�cil, por todas estas cuestiones del ser y del origen, por todas las dudas y respuestas que nunca encontraremos, pero la simple b�squeda, el hecho de decidirlo es un placer convertido en conocimiento, el conocimiento de cada quien, la b�squeda de cada quien.
La belleza en la vida com�n puede ser sosa. Un cap�tulo de los simpsons nos puede hacer re�r. La vida en pareja nos hace re�r, no todo el tiempo pero lo vale. La familia, amigos, pareja, compa�eros, etc., son las cosas que nos quedan, son nuestra sociedad de cada quien, son las decisiones que tomamos alrededor de esa sociedad donde descubrimos la belleza, quien sabe si verdadera pero belleza. Un libro, un poema, un fragmento, una frase, una memoria, un instante: de caos, compresi�n, contemplaci�n, asimilaci�n, �no son muestras de que la belleza explica todo?. Qui�n sabe.
Lo que hacen los autores, Valery, Arist�teles, San Agust�n, Dante y Nietzsche, es explicar el mundo que a ellos les ha tocado, aunque algunos se adentran m�s y explican la naturaleza humana. Cada cu�l con su clasificaci�n literaria y una conceptualizaci�n de lo bello. Pero ahora que lo pienso, ser� bello cada texto mientras nos leamos a nosotros mismo en �l. Nos descubramos dentro del texto. Entonces podr�n surgir muchas ret�ricas, o po�ticas o quiz�s una gu�a del lector (comprador) ideal, pero como dijo Nietzsche tambi�n: si tienes un porqu� para vivir encontrar�s casi siempre el c�mo.
�La belleza es entonces personal?. Posiblemente. Aunque claro, cuando una persona en primera instancia observa la Gioconda, una persona com�n y corriente, tal vez le parezca ins�pida, pero cuando esta misma persona entiende el renacimiento, sabe quien fue Leonardo da Vinci, y descubre que ante sus ojos se encuentra la mayor obra de arte de la historia, seg�n algunos, entonces por lo menos tendr� conciencia de sus actos y pensamientos, o lo que es igual, saldr� de la matrix.
Sin duda alguna debemos tener m�s inter�s en la f�bula que en los versos mismos. Aunque me pregunto, �qu� pasar� el d�a en que el hombre asesine al arte?.
Habitamos entre signos que no inventamos, pero a los cuales dimos significado, como podemos crear tambi�n podemos deshacer, eso prueba que Dios tuvo un error, sus personajes terminan mat�ndolo.
�El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.�
-Arist�teles
G�mez Mart�nez Pablo
Guadalajara, Jal., 28 de Mayo de 2003
