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11:38 p.m. - 2014-05-14
Elecciones
Y le pregunté: ¿Entonces, no quieres conocer la experiencia de elegir y ser elegida? Ser elegida, por ejemplo, por una educada hoja desprendida de la rama de un árbol-libro, elegida como reina de una casa-estar con su metro y medio cuadrado de Taj Mahal de jardines: tíralos y construye un alma. Ser elegida y elegir con total y absoluta vocación electora la posición de un 1 junto a otro 1, tomar la inexorable decisión del compás y el trazo, abrazar la orden frugal de la aquiescencia, despertar al trigo y al maíz por las mañanas para darles (su debido desayuno de bocas) ¿O es que acaso deseas siempre perseguir al escurridizo fauno que se esconde en estos -bosques- catedrales-ciudades-oficinas- en las antípodas de tu vida? ¿No quieres con suave indiscreción sucumbir ante el relámpago que jala tu brazo hacia el pasamanos para subir y despejar tu frente de las malas memorias? Y dijo, con sus ojos llenos de eso que siempre se llenan los ojos: "Tengo miedo de no sentir esto tan fuerte por alguien más". Pero escoges la luna que no refleja la montaña sin eco, la piñata sin colaciones el verso que no rima, la escalera sin segundo piso, la falsa venida de un salvador: corres tras el mismo sueño de Pigmalión. ¿Entonces, no quieres conocer la experiencia de elegir y ser elegida? Elígete.
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