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11:56 p.m. - 2007-04-19
Del hado
Por qu�, sucediendo muchas cosas adversas a los varones buenos, decimos que al que lo es no le puede suceder cosa mala? Las cosas contrarias no se mezclan. Al modo que tantos r�os y tantas lluvias y la fuerza de tantas saludables fuentes no mudan ni aun templan el desabrimiento del mar, as� tampoco trastorna el �nimo del var�n fuerte la avenida de las adversidades; siempre se queda en su ser, y todo lo que le sucede lo convierte en su mismo color, porque es m�s poderoso que las cosas externas. Yo no digo que no las sienta, pero digo que las vence y que, estando pl�cido y quieto, se levanta contra las cosas que le acometen, juzgando que todas las adversas son examen y experiencias de su valor. (II) March�tase la virtud si no tiene adversario, y con�cese cu�n grande es, y las fuerzas que tiene, cuando el sufrimiento muestra su valor. S�bete, pues, que los varones buenos han de hacer lo mismo, sin temer lo �spero y dif�cil, y sin dar quejas de la fortuna. Atribuyan a bien todo lo que les sucediere; convi�rtanlo en bien, pues no est� la monta en lo que se sufre, sino en el denuedo con que se sufre. (II) A�adir� que estas cosas las dispone el hado, y que justamente vienen a los buenos por la misma raz�n que son buenos. Tras esto, te persuadir� que no tengas compasi�n del var�n bueno, porque aunque podr�s llamarle desdichado, nunca �l lo puede ser. (III) S�neca, De la providencia.
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