12:04 a.m. - 2008-07-16
Comuni�n en la mano
En 1969, con la Instrucci�n �Memoriale Domini�, la Congregaci�n para el Culto Divino dio a las Conferencias Episcopales la facultad de solicitar a la Santa Sede autorizaci�n para permitir la comuni�n en la mano en su territorio. De esta forma se restauraba una pr�ctica de recibir la comuni�n vigente en la Iglesia hasta el siglo IX. Desde el siglo IX se extendi� la comuni�n en la boca para evitar abusos y profanaciones de la Eucarist�a.
En la actualidad, en M�xico est�n permitidas estas dos formas de recibir la comuni�n. Cada fiel puede escoger libremente la forma que crea m�s conveniente. Es importante darnos cuenta de que, tanto si comulgamos en la boca como si lo hacemos en la mano, no recibimos un pan cualquiera, sino el Cuerpo del Se�or. Nuestra forma de comulgar debe ser manifestaci�n de respeto y adoraci�n al Cuerpo del Se�or.
El procedimiento es sencillo. Al llegar delante del sacerdote, extendemos las manos, colocando la mano derecha bajo la izquierda. El sacerdote nos muestra la Hostia y nos dice �El Cuerpo de Cristo�, a lo que respondemos diciendo con claridad �Am�n�. Recibimos el Cuerpo del Se�or en la mano izquierda. Despu�s tomamos el Pan consagrado con la mano derecha, y lo comemos delante del sacerdote, haciendo una peque�a inclinaci�n y apart�ndonos a un lado para no interrumpir la fila, si fuera necesario. No hace falta decir que tenemos que cuidar de que no queden part�culas de Pan consagrado en las manos, o de que caigan al suelo.
Fuente: 4 minutos de buenas noticias.
