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6:31 p.m. - 2003-05-30 Acabo de llegar de un café francés, al cual asistí con todos mis compañeros de francés (7) y la maestra. Disfruté mucho esos momentos, porque todos dejamos ver por instantes nuestros yos reales. Fue un momento de convivencia muy chido, espero hacer fuerte los lazos de amistad con esos cuates (Claudia, Héctor, Carlos, Angélica, la professeure Claudia y Xitlalilt). Platicamos de muchas cosas, de la muerte/vida, de películas, hechos sobrenaturales, sueños, etc., etc., y comimos muy bien y barato. C'est jolie. Por otro lado en la mañana fui a la escuela a la clase de Movimiento actuales de la literatura mexicana, y pues todo normal, leímos dos cuentos de Oscar de la Borbolla, de su libro las Vocales Malditas. Buen analisis. Y ahora me preparo para ir con Anagelli, Fer y Álvaro para degustar unos cuantos juegos de billar. No soy bueno pero la lucha se hace. Al rato sigo escribiendo más cosas. ¡Ah por cierto!, lo que escribí ayer acerca de no explicar al mundo me mantiene ingenuo. Creo que eso sería demasiado individualista, y eso es ¡malo!. Lo dije en terminos de que tal vez el mundo no se puede explicar en sí mismo, pero nosotros podemos esforzarnos para que sea justo, equitativo y sin prejuicios. Yo que sé. Por lo menos no puedo hacerme el indiferente, o tener una actitud pasiva, no quiero. Je ne suis pas le centre de l'univers. Adieux   ![]() |