10:58 p.m. - 2009-03-27
La edad del cielo
Hay muchas cosas que extra�o del Pablo que comenz� a escribir este diario en 2002. Pero al mismo tiempo, s� que el Pablo de 2002 desear�a haber vivido muchas cosas que yo, el de 2009. Es una paroja que misteriosamente me hace sonre�r. Porque, yo ya no tengo 19 a�os, y sin embargo los sue�os, aspiraciones, ilusiones, desencantos y dem�s que ten�a en ese entonces, han evolucionado. �Realmente quisiera volver al principio?
Me sigue sorprendiendo el poder que la escritura tiene sobre m�. Tan s�lo al sentarme aqu� a escribir y ponerme a pensar en qui�n era yo en 2002, en 1998, en 1989, o antes... era algo que no estaba pensando hace 10 minutos, pero al sentarme a escribir y a reflexionar vienen muchas im�genes a la cabeza. Es un tipo de memoria terap�utica. Sin embargo, cuando hay eventos del pasado desagradables surge una tensi�n si este evento no ha sido sobrellevado completamente. Por lo mismo, es una oportunidad para: A) el olvido (de forma amn�sica) B) El perd�n y la sanaci�n C) otra cosa. Y luego hay un mont�n de ramas que se desprenden de cada apartado. Pero quiero enfocarme en la opci�n B.
Si aprendo a perdonar mis errores o los de otros que cometen, creo sabidur�a. S� resolver un conflicto. La cosa es c�mo llegamos a ese punto y la responsabilidad humana que se crea con los dem�s despu�s. Creo que todas estas cosas las sab�an los antiguos gur�s, sabios, profetas, sacerdotes, terapeutas de la Humanidad. Por eso, ese conocimiento se hace sagrado, porque nos comunica el reposo y curaci�n de la angustia humana. Nos ayuda a convivir. Todas las leyes, normas, reglas, mandamientos y acuerdos son normalmente, puntos en com�n para saber vivir en relaci�n con los otros. El amor puede crear gu�as, coordenadas para seguir, pero si esa instituci�n se cierra y burocratiza, pierde su efecto renovador.
Estoy seguro que muchas de estos acuerdos se han vuelto obsoletos y tambi�n muchas veces no responden a todas las necesidades de las personas. Ah� me soprende la aparici�n del catolicismo, que nos invita a actuar con Amor. Pero como verdad, no es la �nica ni tampoco es selecta a un grupo. La verdad se manifiesta constantemente desde mi punto de vista. Pienso por ejemplo, que muchos de los vanguardistas de principios de siglo XX llegaron a tales punto del absurdo porque la misma conducta absurda de los gobiernos, iglesias y burgues�as deb�a confrontarse de las formas m�s extraodinarias. Los ismos no son m�s que peque�as manifestaciones de fe, con mandamientos y ap�stoles. Pero si ese arte no alcanza las esferas de poder cotidiano, desaparece.
Por eso pienso que es necesario volver a un estadio anterior del Arte. Desaparecer la firma. Como en la Edad Media en la que el trovador o el juglar eran an�nimos. El anonimato no suprime la individualidad humana, sino que la expande.
Bueno, yo nada m�s quer�a venir a sentarme para escribir algo que no ten�a planeado. Y en eso, no extra�o al Pablo de 2002.
